miércoles, 30 de junio de 2010

Soul basics: Reflections (Gil Scott Heron, 1981)

En Ultravivido inauguramos una nueva sección dedicada a los Básicos del Funk y el Soul. Esos discos que -como las buenas camisas y sacos- siempre hay que tener a mano en el lado negro de la discoteca.

* * *
Y el elegido de hoy es nada menos que Reflections, aquel discazo de Gil Scott Heron editado en 1981. Observen qué tapa. Con ese look, la cosa no puede andar mal.

Como muchos soul brothers sabrán, Gil Scott ha sido indicado por muchos críticos como el padrino del rap. Una fama que comenzó a cimentarse allá en los primeros 70´s en base a sus "spoken songs", sus diatribas musicales contra el sistema y su famosa frase (a la que todavía hoy le seguimos dando vuelta) "The revolution will not be televised".

Si bien los 70´s encontraron a Heron en gran forma (con excelentes discos como "It´s your world" (76) o "Winter in America" (74) la nueva década comenzó con otro gran álbum.  "Reflections" es uno de esos discos que se pasean un poco por diferentes estilos y lo hacen con sobrada elegancia.



Por empezar, tenemos ese simpático reggae que es "Storm music". Enseguida nos encontramos como en casa con la encantadora voz de Gil Scott, siempre en registros medios, cálidos, en este caso acompañada de unas chicas en los coros.

Le sigue la lustrosa orquestación de "Grandma´s hands", un mid funk con un bello solo de guitarra española que ocupa más de una vuelta. Lo que se dice, darle espacio a la música cuando lo que está sonando es bueno. Como tercer track llega el coqueteo jazzy de "Is that jazz" y luego la primer parada técnica con la reposada "Morning thoughts", con elegantes arreglos de trompetas y clarinetes flotando por sobre la música y las palabras.

En la segunda mitad, Heron (que nunca fue menos que sus brothers ilustres) se le anima a una groovera versión de "Inner city blues" de Marvin Gaye. Escuchen los silencios, los respetos por el groove y la atmósfera de la música.

Y dos más. El clásico "The gun" es un temazo, arrastrado, urbano y todos los adjetivos sociológico-musicales que quieran ponerle a una música que en lo concreto, apenas arranca, hace que tus pies se muevan. El cierre es con el tour de force "B. Movie" donde GSH se despacha en 12 minutos contra todo y contra todos (incluidos Reagan, el consumismo de aquella época, Village People (?¡) y compañía).

Gil Scott- Heron- discografía cercana
Real eyes (1979) Reflections (1981) Moving target (1982).

Ariel Pink´s Haunted Graffiti

Uno
Cada tanto alguien (todavía no sabemos si se trata de un artista o no) se acerca a la música (a su producción, a su modo de escucharla y ejecutarla) como si se tratara de un acto nuevo, sin historia ni reglas. 

Ocurre muy de vez en cuando y esta irrupción, a su vez, tiene poco que ver con los "resultados" obtenidos. Como oyentes nos quedamos sin armas para juzgar algo que por su estructura o su combinación parece radicalmente nuevo.

Dos 
Todo esto que cuento me pasó alguna vez con los Stereo Total, o con Cody Chesnutt. Hace poco con el disco de Javelin (No más) y en mayor medida con este "Before today", de Ariel Pink´s Haunted Graffiti. No vamos a deternos aquí a contar la historia de Pink, ni de como llegó a este álbum y fue fichado finalmente por 4AD. Para eso está Wikipedia.

Tres
Por empezar, hay algo en esa fuerza low fi- transparente de "Bright Lit Blue Skies", como condensando decenas de partículas de un pop que ya escuchamos y que sin embargo se nos aparece como inédito. ¿O lo que es inédito es una frescura que ya no estábamos preparados para recibir? "Fright night (nevermore)" es excitante en su mezcla de synth pop, climas y voces. Todo sucediéndose, fragmentándose sin darnos tiempo para pensar (¡qué bueno eso!). 
  
"Round and round" sigue en esa veta setentosa (funky, noche, sintetizadores como señal de futuro) y muestra motivos melódicos para luego esconderlos y pasar a otra (otras) cosas. Como un juego histérico, volátil: lo que estaba, ya no está. Es cierto: al ratito de escuchar "Before today" podemos aburrirnos un poco de tanto fragmento sin sustancia. Pero bien puede ser un resabio, una resaca de nuestra tendencia a la completitud. Nuestros oídos, muy probablemente, estén mal acostumbrados. 

Y seguimos bailando con "Beverly kills", para darle paso a la duda ("che ¿pero está bueno esto o no?") entre "Butt-House Blondies" y "Little Wig", dos ejercicios de pop bizarro, fracturado. 

Por momentos, la música de Ariel Pink me hace acordar a los momentos más cándidos e inocentes del primer Sean Lennon, el de "Into the sun" (1998). En esa veta escucho la bonita "Can´t hear my eyes", sin ir más lejos.

martes, 29 de junio de 2010

Discos: White pepper (Ween, 2000)

White pepper fue el séptimo disco de los oriundos de Pennsylvania Ween.

Una de esas bandas que nuestro imaginario ubica rápidamente en "los noventa", moviéndose entre el mainstream y ciertos toques de lo que comúnmente se denominó "alternativo". Aunque particularmente nunca entendí "alternativo" a qué era "lo alternativo". Pero esa es otra discusión.

Melodioso e inteligente, White pepper significó, además, la finalización del contrato que unía a la banda con Elektra Records. El tridente que abre el disco ("Exactly Where I'm At", "Flutes of Chi" y la súper XTC  y primer single del álbum "Even If You Don't") sienta las bases de un pop irónico de gran factura y recubierto de excelentes melodías. 

Tras el intermezzo bossa nova de "Bananas and Blow" los Ween pelan su costado hardcore con "Stroker Ace" y nos recuerdan que con ellos nunca nada fue precisamente unidimensional. En un claro gesto posmoderno (cuando lo posmoderno era moderno en los 90) el grupo cita a los America de "Ventura highway" en "Ice castles", aunque luego la balada cobra tintes aeroespaciales. 

Pero en los 90 también se instaló la dictadura del consumidor, y a éste hay que tenerlo entretenido para que nos compre lo que vendemos. Así que los Ween vuelven a electrificarse para "The grobe" y -adictos a las bromas y un humor sarcástico- a continuación se despachan con un ejercicio a la Steely Dan con "Pandy Fackler"

Sólo queda tiempo de visitar algo de country rock deforme ("Falling out") y cerrar con el clima intimista de "She´s your baby" para entender que los Ween armaban riquísimas y variadas ensaladas. Y que sólo ellos podían tocar todo eso bien y con todos los sentidos del humor posibles.

Discos: Master of reality (Black Sabbath, 1971)

By Copetin

“Black Sabbath” será el que inventó un género, “Paranoid” será el más recordado, pero el mejor disco de Black Sabbath es “Master of Reality”.

Claro que encuadrar el término mejor en una discografía tan rica y determinante como la del cuarteto de Birmingham resulta ser toda una proeza, pero “Master…” cuenta con argumentos más que sólidos para ser denominado de esta manera.

Siguiendo el patrón de que un tercer disco resulta determinante para una banda Heavy (“Master of Puppets”, “The Number of the Beast”, “Pyromania”, “Among the Living”… los ejemplos abundan) Master of Reality introdujo una novedad que infinitas bandas copiarían a lo largo de los años: bajar la afinación Standard de los instrumentos. La idea se le ocurrió al guitarrista Tony Iommi, quien había perdido dos de sus dedos en un accidente laboral unos años antes. Tony pensó que bajar la tensión de las cuerdas (pasando de la afinación en Mi a Do sostenido, es decir, un tono y medio más bajo) sería beneficioso para desarrollar su técnica. Naturalmente, el bajista Geezer Butler lo siguió en la aventura y ambos demostraron, además de mayor destreza, una densidad y pesadez únicas para los años que se vivían.

El álbum comienza con el sonido de la tos de Iommi, grabado mientras se encontraba disfrutando de un porro. Naturalmente, el tema es una oda a la marihuana que lleva por título “Sweet Leaf” ("Dulce hoja") y, además de su letra repleta de adoración por la planta, cuenta con unos de los riffs más malditos que se hayan escrito jamás. Semejante fue su influencia que los Red Hot Chili Peppers lo incluirían veinte años más tarde en su hit “Give It Away”. Otros de los temas más influyentes en la historia del Metal Pesado es “Children of the Grave”, también determinante para la carrera de infinidad de grupos, desde White Zombie pasando por Metallica y Corrosion of Conformity. Ergo: todo grupo que desea desacelerar su propuesta está influenciado por esta canción.

“Master…” muestra otra particularidad: la inclusión de dos temas instrumentales (“Embryo” y “Orchid”) interpretados únicamente por la guitarra de Iommi y que funcionan a modo de "silenciador" entre semejante catarata de riffs. Pero “Solitude” se destaca por sobre el resto debido a su climática ejecución y la voz obnubilada del gran Ozzy Osbourne.

Sin ánimos de relatar en detalle cada una de las gemas aquí incluidas, el álbum (que se editó tan sólo seis meses más tarde que “Paraonid”) muestra el afianzamiento de un grupo que aún se encontraba en pleno proceso de desarrollo. Es imposible dejar de lado que sus continuadores fueron “Vol. 4”, “Sabbath Bloody Sabbath” y “Sabotage” (“sólo se puede confiar en los primeros seis discos de Black Sabbath y en ti mismo”, como dijera Henry Rollins).

Considerado por muchos como el primer disco Stoner de la historia, “Master of reality" se encuentra injustamente relegado en una de las discografías más ricas de la historia de la música.

Bonus: los 6 primeros de Sabbath
# Black Sabbath, 1970
# Paranoid, 1970
# Masters of reality, 1971
# Black Sabbath vol.4 (1972)
# Sabbath Blooody Sabbath (1973)
# Sabotage (1975)

lunes, 28 de junio de 2010

Reviews: It´s a beautiful life (Freebass, 2010)

No es novedad: It´s a beautiful life es el disco del "supergrupo" británico Freebass, integrado por tres bajistas "célebres": Peter Hook (ex joy Division y New Order), Mani (ex Stone Roses y Primal Scream) y Andy Rourke, ex Smiths.

Para detalles de cómo surgió la idea del grupo y la grabación del álbum, sólo resta navegar un poco por internet.

Lo que tenemos para decir en Ultravivido es que It´s a beautiful life (que editó Hacienda Records en abril de este año) es un disco tibiecito tibiecito. Escuchable, sí. Amable, también. Pero con pocos deslumbres. Como si se tratara de un buen disco de un grupo novato, en vez de la vuelta al ruedo de tres músicos que  alguna vez fueron parte de brillantes bandas  inglesas.

La producción es prolija y "Not too late" arranca bien, pero...algo ocurre con ese cantante (hablamos de Gary Briggs, de Haven). Un tono entre melanco y meloso (restos diurnos de Starsailor y Doves) amenaza con aburrir (y terminará aburriendo, a la larga) en el desarrollo de las canciones. "Lady violence"oscurece un poco el panorama y a la altura de "World won´t wait" aparece el clásico bajo de Hook para traernos recuerdos lejanos de unos New Order ya irrecuperables.

Entre "Kill switch pt. 141" y "Stalingrad" (mitad del setlist) entra en escena el costado más dub y fumón de Freebass, aunque sin demasiada gracia. Sin embargo, logra que el disco entre en otros terrenos, ofreciendo variedad. Plantado mayormente en mid tempos, el álbum no levanta demasiado en la segunda mitad, a pesar de que "Secrets and lies" no está del todo mal y "She said" consigue al menos transpirar un poco con algo de distorsión.

Bonus 
Freebass se completa con Phil Murphy en teclados, Nat Wason en guitarra y Bo Walsh en batería.

viernes, 25 de junio de 2010

Jazz nights: Tourist (St. Germain, 2000)

Cuando uno piensa en la palabra "clásico" se hace difícil imaginar discos de los 90 para acá. Sin embargo, "Tourist", de St. Germain (alias de Monsieur Ludovic Navarre) hace rato se hizo acreedor de ese galardón.

Un disco que según como se lo mire, es realmente inagotable. Pura música. Puro estilo, pero con sustancia. El disco para musicalizar casi cualquier cosa. Gastado en bares de Palermo y en livings de los oídos más exigentes.

Y para tener sí o sí en cualquier discoteca que se precie de tal.

¿Algo de jazz? Ahí está "Rose rouge". ¿Algo de dub? "Montego bay spleen". ¿Más acid jazz? "So flute".

Algunas claves de esta maravilla de la música: el espacio que generan acordes, arreglos. La cristalinidad del sonido. ¡El sonido! (parte de su longevidad pasa por esa atemporalidad: diez años desde su edición como si nada). Espíritu de jazz. De free jam. Pero con un marco establecido, unos parámetros que indican la dirección, el rumbo. Y por último, un flow notable. Una secuencia y un setlist impecablemente armado.

Una posible definición: un gran disco es ése que podés poner y dejar sin preocuparte cuando sacarlo.

¿Techno- latin jazz elegante? "Latin note". ¿Electro funk ambiental? "Sure thing" (mi track favorito) Sí, ése con el sampler de Miles y John Lee Hooker.

Discos: John Barleycorn must die (Traffic, 1970)

En Ultravivido nunca entendimos del todo a Traffic. ¿Adónde querían llegar con esa mezcla tan particular de de folk, jazz y blues, todo tocado con aires jazzeros- progresivos pero sin los malabarismos de estos últimos?

En 1970 y luego de la separación del proyecto paralelo Blind Faith, Steve Winwood entró a los estudios para grabar algunas canciones en vistas a un álbum solista. Pronto se encontró recurriendo a los servicios de sus ex compañeros de Traffic y el proyecto se terminó convirtiendo en el relanzamiento del grupo.

Las grabaciones de "John Barleycorn must die" tuvieron lugar entre febrero y abril de 1970 en los estudios Island y Olympic de Londres. El título del álbum se inspiró, precisamente, en el cover que el grupo realizó del clásico del folk inglés, "John Barleycorn".

En cuanto al álbum, lo que tenemos aquí es un conjunto de temas espaciosos, llenos de momentos "free" para que la música hable lo más suelta posible. En esto, los Traffic eran sinónimo de una libertad llamativa. "Glad" abre el disco con sus 6 minutos y medio de zapada entre el funk, toques jazzeros y giros que preanuncian algo del Rock Progresivo por venir. Algunos críticos tambien hablan de "folk barroco" para decribir lo que por entonces ensayaban grupos como Pentagle y Fairport Convention y a lo que Traffic se sumaba.

"Freedom rider" es un inclasificable híbrido de rhythm and blues, música clásica y free folk y "Strange to himself" suma las voces del baterista Jim Capaldi (Winwood se hizo cargo de la percusión). En mitad del álbum tiene lugar el cover de "John Barleycorn", sumando tonalidades pastorales a un álbum que nunca abandona del todo su espíritu folk. Como en otros pasajes del disco, cuando los Traffic suenan intimistas se acercan curiosamente al primer Genesis, con Peter Gabriel al mando. 
El cierre vuelve a sumar la banda a pleno para los siete minutos de "Every mother´s son", una balada de aires soul que reivindica el valor del Viaje, en un sentido espiritual. "Juntos" dice la letra "vamos a ir a ver qué nos espera". 

Bonus 
La reedición en cd de 1999 agrega dos demos de canciones que iban a ser parte del disco solista de Winwood ("I Just Want You to Know" y "Sittin' Here Thinkin' of My Love") y tomas en vivo de "Who Knows What Tomorrow May Bring" y "Glad", grabadas en el Filmore East en 1970.

jueves, 24 de junio de 2010

Discos: Nonsuch (XTC, 1992)

Género: como los buenos vinos, XTC mejora con los años. 

Siguiendo esta línea descripta más arriba, hay que recordar que el grupo comandado por Andy Partridge entregó ya en su período maduro dos grandes álbumes como "Orange and lemons" (1989) y este "Nonsuch". Ambos, discos de una fertilidad compositiva asombrosa para una banda que a esa altura ya contaba con más de 15 años de carrera y grandes discos en su haber.

Elegante, fino y barroco. Desbordante de ideas y música, "Nonsuch" se presenta con la forma de un verdadero caleidoscopio pop. Su fuente de inspiración: unos lejanos Beatles psicodélicos, aunque rodeados de matices jazzeros, orquestaciones, pequeños milagros de cámara y sobre todo, mucho buen gusto. 

El viaje es largo (17 temas son demasiados: un vicio de la primera época del CD) pero rico en tesoros. El Power Pop de "Peter Pumpinkhead" le da pie a uno de los highlights del disco: la exquisita "My bird performs". Un tema completo, lleno de música y donde ocurre todo lo que tiene que ocurrir para que un momento pop sea elevado a la categoría de Arte. Escuchen los arreglos, las trompetas, los soniditos que pasan por atrás...¡Pura música!

Y el mundo se vuelve Pop y Brillante con "Dear Madam Barnum" y sus coros y tambourines. Un poco más adelante llegamos a "The dissapointed", un mid pop exquisito que bien podría ser el primo cercano de "King for a day" (1989) y la reposada "Rook", con Partridge en voz y piano jugando a la música de salón victoriano.

Promediando el set aparecen otras gemas: "Then she appeared" cita "The meeting place" (Skylarking, 1986) y "War dance", compuesta por Colin  Moulding, es sombría y amenazante. En el tramo final, el vaivén de cámara de "Wrapped in grey" tiñe de melancolía la tarde y la banda se despide con "Books are burning": "los libros se están quemando/ y vos sabés/ donde los libros se queman/ lo que sigue es la gente".

Hablando de fertilidad bien avanzada una carrera, en el caso de los XTC habría tiempo para una gema más con el par Apple Venus, editado entre 1999 y 2000. 

Bonus
* El dibujo de la tapa corresponde al Nonsuch Palace, en Surrey. Está tomada del libro A Short History of  Ewell and Nonsuch, de Cloudesley S. Willis.

XTC- Discografía cercana
Orange and lemons (1989)- Nonsuch (1992)- Apple Venus vol. 1 (1999).

miércoles, 23 de junio de 2010

Clásicos: Jailbreak (Thin Lizzy, 1976)

Si bien mi favorito de Thin Lizzy es "Live and dangerous" (el polémico disco en vivo de 1978) hoy la mañana se sacude un poco con el clásico "Jailbreak".  

Para 1976, los irlandeses no eran ningunos novatos. Tuvieron que pasar cinco discos de estudio para obtener reconocimiento en charts y ventas, más allá de haber conocido cierto éxito con su versión del tema folk irlandés "Whiskey in the jar" (años más tarde, como todos sabemos, cubierto por Metallica). Luego de una exitosa gira como soporte de los Status Quo, la banda se abocó a la grabación de lo que hasta le fecha sigue siendo su álbum clásico.

"Jailbreak" abre con el tema homónimo, uno de los dos singles que cortó el lp. Un irresistible riff comanda la canción, que extrae todo el jugo posible de esas buenas melodías (parte del ADN de los Lizzy). "Angel from the Coast" es sonido 100% West Coast americano y pronto el set entra en terrenos más melodiosos con "Running back" (el tema que el grupo hubiera preferido como primer corte) y "Romeo and the lonely girl".

Pero cuando la cosa se estaba poniendo demasiado edulcorada llega "Warriors"para volver a levantar la temperatura. Sin respiro suena "The boys are back in town", tal vez, el mayor éxito en toda la carrera de  los Lizzy. Un tema para manejar descapotables al sol y no preocuparse por nada en absoluto. En el tramo final, "Fight or fall" le da un tono cálido al setlist con impecables arreglos de guitarras a cargo de Brian Robertson y Scott Gorham y esas voces que salen por cada canal repitiendo "I tell-a myself that i´m passing through time". ¡Belleza!

El clima pastoral de "Cowboy song"entra lentamente en combustión y para el final "Emerald" tira sobre la mesa las últimas cartas hardcockeras de los Lizzy, con grandes guitarras que elevan la canción hasta allá arriba.

Thin Lizzy/ Discografía cercana
Figthting (1975)- Jailbreak (1976)- Johnny the fox (1976).

French disko

Stereolab en vivo en Channel 4. Allá lejos en los 90´s.

sábado, 19 de junio de 2010

Soundtrack de hoy: Rickie Lee Jones (1979)

Tarde fría de sábado y como compañía, el primero de Rickie Lee Jones, editado en 1979.

Un disco muy New York, supongo. Una música de bar, para mirar la gente que pasa, la gran ciudad, a través de la ventana. Y seguir leyendo, escribiendo o simplemente, mirando.

Cada canción, un estado de ánimo. Ups and downs. También, un pequeño desfile de estilos: hay algo de jazz de bar, de balada y de folk.

Momentos favoritos: la elegancia de "Chuck E´s in love", el groove de "Easy money" y los aires jazzeados de "Danny´s all star joint".

viernes, 18 de junio de 2010

Discos: Sister (Sonic Youth, 1987)

Luego de los primeros y vanguardistas palotes de experimentación sonora, "Sister" fue el primer disco en la transición de los Sonic Youth hacia su madurez sonora.

Esa que terminaría de redondearse en las siguientes dos obras maestras de los newyorkinos, "Daydream nation" (88) y su primer éxito mainstream, "Goo" (90). 

Como dato al margen, "Sister" tiene un hilo conductor vinculado con la lectura que Moore, Gordon y cía hicieron del escritor de ciencia ficción Philip K. Dick. El "Sister" del título hace mención a la hermana gemela del escritor, fallecida poco después de nacer y cuyo fantasma lo persiguió durante el resto de su vida. 

Pero volviendo a lo musical, tal vez sea éste el disco en el que empezó a funcionar la "fórmula" sonora que todos conocemos y que el grupo puliría con los años. De sonido cálido (fruto de su grabación con equipamiento analógico) el álbum combina mid tempos climáticos y algunos despuntes furiosos que pasarían a ser clásicos de los shows Sónicos en vivo. 

"Schizophrenia" es un comienzo a media voz, con uno de esos intermezzos climáticos que luego serían marca de fábrica del grupo. Enseguida levanta el voltaje con otro clásico: "Catholic Block", también en dos partes, que le da pie al torbellino controlado de "Beauty Lies in the Eye". 

Temas cortos, apenas algunos pasajes insinuados, sin nada de estiramientos, así corre "Sister". 

"Pipeline/ Kill time" es el único tema cantado por Lee Ranaldo y "Pacific Coast Highway" es otro de esos torbellinos que parecen encorsetar varios pasajes del disco, metiendo a la música en una olla a presión que nunca estalla del todo. "Hot Wire My Heart" (un tema levemente fuera de registro para los Sonic) encarrila al álbum hacia su tramo final, con la siniestramente bella "Cotton crown" y el cierre con un ultra clásico Sonico, "White cross". 

Furiosos, controlados, electroestáticos. Por siempre modernos. For ever Youth. 

jueves, 17 de junio de 2010

Discos: Blue sunshine (The Glove, 1983)

La historia del rock está llena de discos raros, especiales para melómanos y coleccionistas, a veces independientemente de su calidad o valor artístico. 

"Blue Sunshine"- del "supergrupo" The Glove (Robert Smith, de The Cure, junto a Steven Severin, de Siouxsie and the Banshees)- es uno de ellos. Una pieza de colección especial para los fans del lado oscuro del pop inglés de mediados de los 80.

Brevemente, la historia. En 1982, un estresado Robert Smith buscaba un respiro tras las tensiones generadas por la gira de presentación de "Pornography" y su consumo de drogas. Apenas un año más tarde, Robert pasó a la filas de Siouxsie and the Banshees como guitarrista, y junto a Steven Severin, su bajista, idearon un proyecto paralelo, ideal para descomprimir la situación en sus respectivas "bandas- madre". Sólo faltaba un detalle: como la compañía grabadora le había prohibido a Smith cantar por fuera de The Cure, el dúo tuvo que recurrir a Jeanette Landray (por entonces novia de Budgie, baterista de Siouxsie). Con ella quedó conformado el trío The Glove.

Y "Blue sunshine" fue el único álbum que grabó el grupo. Uno de esos álbumes cerrados, "de cámara", armado en base a máquinas rítmicas, guitarras atmosféricas (con escasísimos rastros del ADN de los Cure) y el característico sonido de bajo de Severin. Sin dudas, por esta época Robert Smith ya había comenzado a juguetear con máquinas de ritmos y teclados, algo comprobable en los singles compuestos por aquella época que luego formaron parte del álbum "Japanese whispers" con The Cure. 

Si bien interesante desde su propuesta sonora, "Blue sunshine" parece acusar cierta falta de peso, de sustancia, en sus canciones. Apenas una serie de ejercicios climáticos, sin orientación pop ni formato determinado, aunque (hay que reconocérselo) bastante original.

"Like an animal" (uno de los singles) abre el álbum sobre un ritmo percusivo y rasgado, y en "Sex-Eye-Make-Up" parecemos adentrarnos en algún oscuro "lado B" de The Cure. "Mr. Alphabet Says" ensaya un clima circense (con letras a cargo de Severin y una de las  pocas participaciones vocales de Smith) mientras que el disco penetra en tonos casi ambient con "A blues in drag". En la segunda mitad sobresale "Perfect murder", con clima de suspense y el cierre de collage- ambiental de "Relax", marcando un final de tinte experimental..

Bonus 
# Otros músicos que participaron en "Blue sunshine" fueron Andy Anderson en batería (luego miembro de The Cure) y Martin Mc Carrick (que posteriormente se unió a los Banshees) en teclados y cuerdas. 

# Como dato para melómanos, "Blue sunshine" fue reeditado en 2006 por el sello Rhino acompañado de un segundo cd con los demos de los temas, cantados por Robert Smith.

miércoles, 16 de junio de 2010

Discos: Smell of female (The Cramps, 1983)

PURE PSYCHOBILLY- GARAGE ROCK!

Los discos en vivo deberían ser todos como Smell of female, de los geniales The Cramps.

Grabado el 25 y 26 de febrero de 1983 en el Peppermint Lounge de New York, Smell of female es de esos álbumes que respiran verdadera acción "en directo".

Por un lado, la banda comandada por Lux Interior y Poison Ivy Rorschach suena afilada, fiel a ese brillante primer período de su carrera, todavía con Kid Congo Powers en guitarra (ex Gun Club, luego un Bad Seed de Nick Cave). Por el otro, la electricidad y la estática llenan cada surco (y los espacios entre temas) sonando en consonancia con el ambiente y los aullidos del público, que parece volverse loco con cada golpe de batería, cada pico de electrificación. Rock primal en ambientes reducidos: un combo imbatible.

El set abre con "Thee Most Exaulted Potentate of Love", pero es en "You Got Good Taste" donde la combustión comienza a levantar temperatura. A la altura de "Call of the Wighat" los aullidos simiescos de Poison Ivy sudan rock and roll gutural, y para "I Ain't Nuthin' But a Gorehound" la banda ya a está a pleno, dándonos una envidia incalculable por no haber estado allí esas noches en el Peppermint.

El final (como si los Cramps nos dejaran con las ganas en lo mejor de la locura) es con el cover de los Count Five "Psychotic reaction". La edición en cd agrega tres bonus tracks: "Beautiful gardens", "She said" y un tema en estudio, "Surfin´dead".

Bonus
Además de una edición standard, Smell of female también fue editado en su momento como una caja triple de vinilos de 7 pulgadas.

martes, 15 de junio de 2010

Reviews: WHB, We Have Band (2010)

El trío electrónico We Have Band pasó la mayor parte de 2009 girando. La consagración llegó en la edición anual de Glastonbury, donde fueron elegidos como Mejor Talento Emergente.

Así las cosas, 2010 encuentra a los británicos intentando revalidar los laureles con su disco debut, llamado escuetamente "WHB"

Producido por Gareth Jones (These New Puritans, Grizzly Bear, Depeche Mode, Interpol) WHB es un correcto disco de electrorock,  con algunos aciertos, cuidado y por momentos excesivamente cauteloso (como un partido de primera ronda de Sudáfrica 2010).

Recién en el track 3, con la newordersesca "Divisive" la cosa empieza a calentarse ("Piano" y "Buffet", los dos temas iniciales, despistan sobre lo que vamos a encontrar después). "Love, what you doing?" mantiene la cosa y "Oh" presenta una curiosa mezcla de synth pop y electroclash. 

Hacia la mitad (con "How to make friends" y "Honeytrap") nos damos cuenta que los We Have Band son como esos equipos que tocan bien y prolijo pero no llegan al área. Como que les falta un poquito más de transpiración. "Centerfolds and empty screens" profundiza en la veta más oscura del grupo, esa que lo acerca, tal vez, a unos Bloc Party (pero sin la corrosión y originalidad de aquellos).

En los últimos minutos el disco intenta con un poco más de electroclash ("You came out") pero no logra recuperarse de cierta repetición de materiales. Esa que nos produce una leve fatiga, propia de un álbum sin demasiado vuelo.

Cosecha 2010: Delorean/ Javelin

Subiza, Delorean (Beggars Banquet, 2010) 

Definitivamente, vivimos la época de la mímesis y de las microfusiones de estilos y de citas.

Todo esto se puede comprobar en Subiza, el nuevo disco de los barceloneses Delorean: un collage de músicas que ya oímos (hace muy poquito, inclusive) mezcladas, fusionadas y dando como resultado otro estilo más para definir esta época de mutaciones permanentes.

Subiza presenta muchas citas laterales. El oído atento encontrará elementos de los últimos Animal Collective, o retazos de dubstep vía Burial en el tratamiento de las voces. Pero el background general del álbum tiene que ver con momentos del desarrollo histórico de la música bailable: algo de house de los 90´s, techno mediterráneo (Italian House) y música dance de las Baleares.

Sonido luminoso y una música franca, construida para agradar. Eso es lo primero que transmiten los tracks iniciales de Subiza, "Stay close" y "Real love". Luego el disco empieza a empalagar un poco. Paralelamente, el amontonamiento de citas termina por generarnos algunas dudas ¿Estaremos ante (otro) producto calculado y fabricado en base a descargas y YouTube?

No más, Javelin (Luaka Bop, 2010) 

Mucho más sorpresivo (y difícil de encasillar) es el primer disco del dúo Javelin, "No más".

Luego de varios singles y mixes, los brooklynianos Tom van Buskirk y George Langford ficharon para Luaka Bop, por el que editaron este año su primer larga duración: un desfile de pequeñas piezas electrónicas vía hip hop (y a veces funk jams) a las que se acercan con una sorprendente inocencia. Una candidez que por momentos nos recuerda a los primeros Stereo Total. 

Muchos de los temas son reversiones de viejos singles del dúo, a los que se suma música nueva. Pero en su conjunto, el encanto de No más pasa por su frescura: en cada track parecería que asistimos al descubrimiento de la música, a la par de la inocente excitación del grupo.  

"Vibrationz" es altamente adictivo y "On it on it" deriva del funk robótico de Daft Punk pasado por un barniz chillwave. "Intervals theme" es pura luminosidad flotante y "Off my mind" parece sacado de unos Royksopp más desestructurados y sorprendentes.

domingo, 13 de junio de 2010

Discos: Cobra and Phases Group Play Voltage in the Milky Night (Stereolab, 1999)

Género: otro gran disco de los Stereolab

Fin de semana mundialista y lluvioso. En casa, entre partido y partido, un baño de experimentación avant garde/ bossa/ jazzera psicodélica con los Stereolab.

Luego de editar su obra maestra "Dots and loops" en 1997 los chicos comandados por Tim Gane y Laetitia Sadier se tomaron un tiempo para volver al estudio, asistidos por John McEntire (Tortoise) y Jim O´Rourke. En el medio venían de editar "Aluminum tunes", una recopilación doble de EPs y rarezas.

De vuelta al "laboratorio" (su hábitat natural) los franco ingleses se salieron con lo que bien podría ser la continuación de aquel "Album blanco" de su carrera, "Emperor tomato ketchup". Esta vez bautizaron su opus como "Cobra and Phases Group Play Voltage in the Milky Night". Una especie de compendio de (casi) todo lo que el grupo siempre supo dar. Y un disco de vocación derivativa y exploratoria, lleno de excelente música a pesar de sus excesos.

Una vez adentro, nos perdemos entre tantos recovecos y pedacitos de música (la receta de Ultravivido: escucha casi obligada en "random", para poder perder la brújula a gusto).

Momentos favoritos: los cierres "pop" de "Infinity girl" y "Op Hop Detonation"; la estilización lounge de "Come and play in the milky night" y "Blips, Drips and Strips" con sus exquisitos vibrafones. Y el jazz funkeado y elegante de "The free design" (un homenaje explícito a la banda americana decisiva en el sonido SL).

Stereolab: por siempre modernos. Nuestra música favorita para interiores y muebles de diseño.

viernes, 11 de junio de 2010

Discos: New values (Iggy Pop, 1979)


Ya habían pasado los años berlineses de excesos, locura y colaboración con David Bowie: para 1979 Iggy Pop parecía romper el cascarón protector del Duque para empezar otra historia. 

Para ello se alió nuevamente con el ex guitarrista Stooge James Williamson (con quien no colaboraba desde el álbum "Kill City") y el multiinstrumentista Scott Thurston, ex tecladista de los de Detroit entre 1973 y 1974.  Con esta plantilla (más el agregado de Klaus Kruger en batería y Jackie Clark en bajo) la Iguana entró a los estudios Paramount, en Hollywood, para grabar su primer disco en el sello Arista.

"New values" no estará entre los discos más cotizados de Iggy (no al menos para los consumidores superficiales o poco curiosos de rock) pero tiene sus momentos. El arranque es algo tímido con "Tell me a story", un tema con los últimos lastres del Bowie ´77 a cuestas, que sin embargo gana en sucesivas escuchas. Recién en "New Values" (el tema) la cosa empieza a oler a Iggy Pop: es decir, a que algo está realmente mal. Una capa de sintetizadores voladores le dan un toque original al tema.
"Girls" enuncia todos los tipos de chicas y por qué a Iggy le gustan tanto. Tan básico como eso, sobre una base que se presta para la derivación y la jam. A la altura de "I´m bored" el disco encuentra su feeling, su tempo y la combustión crece con el solo de Williamson, a los dos minutos.

Llegando a la mitad del álbum aparece "Don´t look down", en una versión muy diferente a la que Bowie grabaría en su disco "Tonight" (84). La climática "The endless sea" (versionada por los australianos The Church en "A box of birds", su disco de covers) lleva a "New values" hacia otros terrenos, más exploratorios, tal vez. 

La segunda mitad abre con otro tema urgente, apenas expuesto: saxos y alaridos sostienen "Five foot one" (un punto alto) para luego caer en un bache a la altura de "How Do You Fix a Broken Part" y la ¡balada! "Angel". Sin embargo el disco se salva del bache en la tríada final, compuesta en colaboración entre Iggy y Thurston: "Curiosity" levanta el tempo y "African man" es un delirio de afro beat que preanuncia al Pop de "Zombie birdhouse".

Para el cierre, "Billy is a runaway" vuelve a ajustar las cuentas con el tatuaje Punk que Iggy lleva inscripto, desde siempre, en su cuero.

jueves, 10 de junio de 2010

Discos: Baja sessions (Chris Isaak, 1996)

Noches en la carretera californiana

En 1996 Chris Isaak se embarcó en un viaje con sus amigos surfers hacia México. Más precisamente, la zona de Baja California. "Un lugar con más cactus que gente, mas tiempo que preocupaciones y susurrado por el mar" según el propio Chris.

El trip le inspiró al músico y actor (recordar su aparición en "Twin Peaks: fire walk with me" de David Lynch, entre otros films) la grabación de este exquisito Baja Sessions. Un disco reposado y de tono acústico, plagado de baladas y algún que otro mid tempo de carretera. 

Entre covers, reversiones de temas propios y su voz de miembro honórifico del Club de Admiradores de Elvis, Chris redondea un set soberbio, de principio a fin. Tracks favoritos: "Pretty girls don´t cry", con sus arpegios, "Only the lonely" (original de Roy Orbinson), "South of the border" y uno de los pocos momentos donde el disco parece despegar un poco de su ritmo lánguido: "Wrong to love you".

El álbum se grabó en los San Francisco Coast Recorders con una formación mínima, apenas un cuarteto de salón. Isaak en voz y guitarras; Rowland Salley en bajo, Kenney Dale Johnson en drums y Hershel Yatovitz en guitarra.

Baja Sessions: un disco para ponerse un bar en la ruta y ser el barman, el DJ y su mejor cliente.

miércoles, 9 de junio de 2010

Socialismo o barbaridad

Monade fue un pequeño grupo de laboratorio dentro de otro. El proyecto paralelo de Laetitia Sadier, que ya venía componiendo canciones por su cuenta más allá de ser la guitarrista y letrista de Stereolab

Junto a Monade (proyecto del que también participó la ex Pram, Rosie Cuckston) Laetitia editó entre 2003 y 2008 tres álbumes, entre ellos Socialisme ou barbarie (the bedroom recordings)

Si bien somos fans de (casi) todo lo que grabó Stereolab, hay que decirlo: a Monade es más lo que le falta que otra cosa. A comparación con su "grupo madre" aquí falta swing, ritmo, inventiva. Imaginen a los Stereolab "unplugged", o pasados a velocidad ultra lenta. ¿Dónde está la gracia? 

Monade cotizará, seguramente, para los coleccionistas empedernidos. O los amantes incondicionales de cualquier cosa proveniente del país galo.

Discografía de Monade: lps
# Socialisme ou barbarie (2003)
# A few steps more (2005)
# Monstre cosmic (2008)

Singles 
The sunrise telling (1997) 
Ode to a Keyring/ Witch Hazel (1997) (split)
Cache Cache (1999) (split con Brigitte Fontaine)
La Salle des pas perdus (2005)
Girls on a swing (2007) split con The Zincs

lunes, 7 de junio de 2010

Discos: Our thickness (Russian Futurists, 2005)

La fragmentaria década de los 00´s dejó un puñado de grupos y discos valiosos por sí mismos, independientemente de que nos resulte  difícil encasillarlos en estilos o movimientos más abarcativos. O tal vez precisamente por eso tengan su encanto: por flotar aislados, lejos de la clasificación de crítica y de mercado.

Tal es el caso de los canadienses Russian Futurists y su disco "Our thickness", de 2005. Capitaneados por Matthew Adam Hart, este grupo ya había recibido buenas críticas por su melodioso álbum "The method of modern love", en el 2000. 

"Our thickness" podría describirse como un conjunto de pequeñas sinfonías pop parecidas sólo a sí mismas. Uno de esos discos que fundan y terminan con una forma musical mientras duran en la compactera. ¿Y cómo se construye (o parece construirse) ese lenguaje tan propio y exclusivo de los "Russians"? Intentemos: ritmos firmes aunque suaves, voces suspendidas y un enorme talento para la recordabilidad pop. Esto es: que una canción de este repertorio se te pegue durante todo un día con solo escucharla una vez. 

Los bríos de "Paul Simon" con sus trompetas le dan paso a "Sentiments vs. Syllables" y..¿hace cuánto no sentíamos tanta felicidad pop, suspendidos ahí arriba sin nada de que preocuparnos? Lo mismo podría decirse de la luminosa "Still life" (tal vez el resumen del "modus operandi" de los Futurists).

En medio del disco llega esa gema que es "Hurtin' 4 Certain" y a esta altura la maravilla es completa (y no sabemos a que atribuirla salvo a los poderes mágicos y curativos de la música). "Why You Gotta Do That Thang?" extiende un poco más este hechizo que no se parece a ninguna otra cosa pop que hayamos escuchado, y en el tramo final llega la calma de la mano de "Incandescent Hearts".

Según la página oficial, los Russian Futurists giran actualmente por Canadá y España, además de remixar a otros artistas.  

Discos: Satan´s circus (Death in Vegas, 2004)

Luego de tres discos de considerable reputación a fines de los 90´s, el duó inglés Death in Vegas llegó a su cuarto lp, el climático y krautrockiano "Satan´s Circus". 

Un disco algo decepcionante para los fans más ortodoxos del grupo, acostumbrados a registros más explosivos, condimentados con las voces de varios artistas invitados (léase Liam Gallagher, Paul Weller o Bobby Gillespie). La fórmula que cimentó el éxito de discos a esta altura clásicos como "The Contino sessions" (99) o "Scorpio rising" (02).

A diferencia de aquellos, el encanto de "Satan´s circus" reside precisamente en el desvío, en la excepción a la norma. A lo largo de sus 63 minutos, lo que tenemos aquí es un verdadero trip ambiental, de corazón Krautrock y ribetes electrónicos. Un álbum para zambullirse y dejarse llevar.

Así y todo, tenemos algunos mojones para destacar. Como el notable comienzo "kraut" de "Ein für die Damen" (que nos trae a la memoria los momentos más espaciales de los alemanes NEU!) o esa traducción ambient del Kraftwerk modelo ´77 que es "Zugaga". Al ser un disco "de viaje", el recorrido pasa por otros momentos más oscuros, como "Black lead", para recuperarse casi al punto inicial con "Sons of Rother"

Disco de claroscuros y alternancias entre instrumentación orgánica y máquinas, también, "Satan´s circus" se pasea con naturalidad entre ambos lenguajes. Un ejemplo: "Reigen", que se adentra en terrenos netamente techno-ambient.

En el último tramo se destaca "Anita Berber", otro  inspirado ejercicio de flotación crepuscular. A esta altura entendemos que "Satan´s circus" funciona, ante todo, como un homenaje a los maestros tempranos de la música electrónica. Aquellos que los precedieron en esto de jugar con sonidos y crear ambientes y climas extendidos.

Como CD bonus, "Satan´s circus" está acompañado de un fabuloso disco en vivo grabado por el dúo en la Brixton Academy.

viernes, 4 de junio de 2010

Grandes bandas: The The

Uno 
Allá lejos, en los ochenta, hubo una gran banda llamada The The. El alias, en realidad, de un británico inquieto (existencial e intelectualmente) llamado Matt Johnson. Si bien a lo largo de los años el grupo fue cambiando de formación, siempre se mantuvo bajo las órdenes del "cerebro Johnson": una potente usina de reflexión filosófica sobre la vida moderna, los sujetos y sus relaciones. Y un creador afilado de música pop sofisticada, inteligente y craneada hasta el detalle.

Dos
El escenario: las grandes ciudades. Siendo ingleses, los The The siempre sonaron newyorkinos. Con un pie en terrenos pop, la música del grupo sonaba rica en matices e inteligente en arreglos. Podía acomodarse tanto en FMs como en los auriculares de tu casa, en la más absoluta soledad. Las letras de Johnson auscultando, siempre, la política, el sexo, la religión y las relaciones humanas. Con un pulso y una agudeza raras para el rock. Casi literarios.

Tres
Más sobre lo musical. Amplios dominadores del elemento pop, The The lograba trascender con elegancia  la chatura de la "música de radio". Pop y sofisticados. Pop pero incisivos. Desborando imaginación, agudeza y a la vez, un innegable buen gusto presente en elementos de jazz y rythm and blues. La banda pop para encajar en el sistema pero para repensarlo desde adentro, horadando con inteligencia sus formas. Un grupo para tener guardado como secreto. Para ciudadanos pensantes y sensibles.


Un comentario. A partir de "Mind bomb" (1989) Johnson deja de lado un poco las máquinas para hacer sonar a su banda de manera orgánica. Y para ello arma un combo exquisito de músicos: la base a cargo del bajista Jame Ellrer y el baterista Dave Palmer, junto a otro miembro estable de lujo, Johnny Marr en guitarras. Basta ver algún show de aquella época para comprobar la versatilidad y sofisticación (agregando una importante dosis de energía) que el grupo desplegaba en vivo.

Cuatro: los discos
Dentro de una discografía corta y sustanciosa (bastante espaciada a lo largo de los años) destacan tres discos notables:

Infected (1986) fue la primera obra maestra de Johnson, siempre afecto a armar discos de cierto tinte "conceptual". Ahogado en sensaciones de paranoia y oscuridad, Infected suena a la década del ochenta en su monocromatismo de neones y calles desoladas, amén de funcionar como alusión al fantasma naciente del HIV.

Por momentos demasiado fechado en aquellos años en materia de sonido (cierta latosidad de inspiración industrial) Infected sigue sorprendiendo por su ambición y su original modo de combinar elementos pop y jazz de forma variada, lejos de cualquier obviedad. 

A pesar de la caducidad de su propuesta sonora, varios temas de Infected pasaron por encima de los años con buena salud: el single "Heartland", "Sweet birth of truth" y "Slow train to dawn", con un exquisito dueto entre Johnson y Neneh Cherry

En la tapa de Mind bomb (1989) el primer plano lo ocupa la calva cabeza de Matt Johnson: es el frontman y el cerebro del grupo, presente con sus obsesiones, lo que comanda a todo el equipo, al que por ésta época se sumó de manera estable Johnny Marr

Musicalmente, Mind bomb es un disco ambicioso, notable. De esos álbumes que requieren tiempo y paciencia como oyentes. Siempre rodeado de voces femeninas que contrasten con su aspereza, aquí Johnson canta con Sinnead O´Connor en "Kingdom of rain". Pero es toda la banda la que logra plasmar en sonido las demencias filosófico- políticas de líder.

Dusk (1992) tal vez sea el disco de The The que mejor sobreviva en cuanto a sonido y canciones. La última obra maestra del grupo, concebida a la manera de una serie de reflexiones que van del amanecer al atardecer. La hora en que ese monstruo interno que todo tenemos dentro hace su aparición y flota sobre la gran ciudad en penumbras.

Al poderoso arsenal de la banda (básicamente la misma que en "Mind bomb") se le suman brillantes arreglos y sonidos de trompetas (como en la nocturna "Lung shadows") contrabajos y pianos que le dan una increíble profundidad y riqueza a las canciones (escuchar a buen volumen "This is the night", con su ritmo vaivén).

Y la clave de todo el álbum es una paradoja: en "Slow emotion replay", un cansado de sí mismo Matt Johnson nos pide -palabras más, palabras menos- que no le pidamos más opinión sobre Dios, el amor o la política, ya que ni él mismo sabe lo que le pasa por dentro. "Cuanto más miro" reflexiona Matt "menos se". Y sin embargo, Dusk no es otra cosa que otro poderoso arsenal de excelentes canciones sobre las personas. Y por supuesto, sobre Amor, Dios y Política.

Bonus track: discografía completa de The The

# Burning blue soul (1981). Editado originalmente como Matt Johnson.
# Soul mining (1983). Contiene el single "This is the day".
# Infected (1986)
# Mind bomb (1989)
# Dusk (1992)
# Hanky panky (1995): covers de Hank Williams
# Naked self (2000). El (hasta ahora) último y desapercibido disco del grupo.

jueves, 3 de junio de 2010

Discos: Rock and roll heart (Lou Reed, 1976)

Uno 
Hace poco reseñamos en Ultravivido ese disco oscuro y maldito de Lou Reed que fue "Street Hassle". 

Allí señalábamos que dentro de los desparejos 70´s de Lou podemos encontrar dos álbumes homogéneos y de un sonido más bien ortodoxo. Por un lado, "Coney Island Baby" (el disco "regreso" luego del tropezón de "Metal machine music") y por otro éste "Rock and roll heart". Buenos discos ambos, de un rock and roll básico, lejos de los riesgos vanguardistas asumidos en otros álbumes por el ex Velvet. 

Dos
Rock and roll heart fue el primer disco grabado para la nueva subsidiaria de RCA Records, Arista. Contiene doce canciones, entre piezas nuevas y algunos viejos rescates de la época VU, como "A sheltered life", de 1967, o "Follow the leader", que aparece en la caja The Quine Tapes. 

Esa ortodoxia en sonido y en fórmula músical que mencionábamos permite- al igual que en el caso de "Coney island..." que la escucha sea placentera y de corrido. "I believe in love" es un ryhtm and blues inverosímilmente alegre, teniendo en cuenta el nihilismo habitual de la pluma de Lou, y "Banging on my drum" es el claro ejemplo de lo que Reed siempre entendió por "rock clásico". 

Recién en "You wear it so well" el clima amenaza con oscurecerse. Se trata de un slow tempo arrastrado, de clima ominoso y coros a cargo de la leyenda Garland Jeffreys, aunque con una letra críptica, de destinatario inicierto. "Ladies pay" extiende este clima meditabundo, coloreado con un piano victoriano que serpentea por todo el tema.

"Rock and roll heart" (el tema) vuelve a levantar la puntería a caballito de una autoconfesión que sólo Lou Reed puede hacer pasar por encantadora (y que en otros sería apenas vulgar): "I don’t like opera and I don’t like ballet/ And new wave french movies, they just drive me away/ I guess I’m just dumb, ’cause I know that I ain’t smart/ But deep down inside, I got a rock ’n’ roll heart". "Chooser and the Chosen One" y "Senselessly cruel" son otros ejemplos de rythm and blues de salón, con coros, saxos y buenos arreglos. Como si Lou hubiera encontrado una fórmula para hacer una música simple y sacar adelante esta etapa de su carrera sin sorpresas ni riesgos.

El tono confesional a media voz de "Vicious circle" ("estás atrapado en un círculo vicioso/ rodeado por tus así llamados amigos") le aporta sutilidad al álbum. El única tema que supera los dos o tres minutos en el set es "Temporary thing"- el cierre- con un clima potencialmente amenazante en lo musical y desafiante en sus palabras: "your mother, your father, your brother/ I guess you wouldn't agree with me/ But I don't give two shits, they're no better than me", deja en claro el narrador antes del final.

Lou Reed- discografía cercana
Coney Island Baby (1975)- Rock and roll heart (1976)- Street Hassle (1978).

martes, 1 de junio de 2010

Discos: Hysteria (Def Leppard, 1987)

By Copetin

El 3 de agosto de 1987 llegaba a las bateas “Hysteria”, el cuarto disco de los británicos Def Leppard, tras cuatro años de silencio discográfico.

Tanto se habló por anticipado de este material que incluso en el sobre interno los integrantes aclaraban que habían estado trabajando durante ese lapso de tiempo, aunque les creamos o no. Lo cierto es que varios hechos habían desencadenado semejante demora.

El primero de ellos fue el terrible accidente automovilístico sufrido por el baterista Rick Allen, el cual le costara la pérdida de su brazo izquierdo, ni más ni menos. En aquellos momentos, la banda se encontraba trabajando con el productor Jim Steinman (encargado del “Bat Out of Hell”de Meat Loaf) pero su labor fue muy criticada por los integrantes debido a su falta de perfeccionismo. La desgracia sufrida por Allen marcó el retorno de Robert John “Mutt” Lange tras la consola, quien se había prometido no volver a trabajar con el quinteto. La decisión no pudo haber sido más acertada, debido a que Lange enfocó todas sus energías a producir un disco que constaba de doce potenciales hits.

Otros de los factores fue el siempre inquieto modus operandi de los ingleses, detallistas y pulcros hasta la exasperación. Pero esta vez los motivos estaban más que fundados, dado que el disco previo, “Pyromania”, había vendido un promedio de 100.000 placas por semana, siendo superado únicamente por “Thriller” de Michael Jackson en su país natal. Los Leppard no terminaron de encontrar un estudio de grabación que cumpliera al ciento por ciento sus pretensiones, por lo que las sesiones se desarrollaron en Holanda, Irlanda y Francia. Cuenta la leyenda que se debían vender cuatro millones de álbumes para cubrir los gastos de este proceso.

Inicialmente llamado “Animal Instinct” (el nombre final fue escogido por Allen para ejemplificar lo que fueron esos años) el álbum muestra a un grupo en su plenitud artística, con composiciones que probaron cuán errados estaban aquellos que siempre consideraron a Def Leppard como un grupo de Heavy Metal. 

La estruendosa y sutilmente podrida “Women” resultó ser el primer single para los Estados Unidos, donde el Hard Rock hacía estragos. Pero contrariamente a los pronósticos, fue un completo fracaso. A su vez, la más melodiosa y trabajada vocalmente “Animal” fue el primer corte para el resto del mundo, obteniendo una mejor recepción. 

Recién el cuarto single, “Pour Some Sugar On Me” produjo que el grupo estallara en los EEUU, con la particularidad de haber sido el tema más elegido por las strippers para realizar sus bailes, dada su cadencia y sus poderosos riffs entrecortados. Con el terreno más allanado (y con la inversión recuperada) la brillante “Love Bites” catapultó al quinteto a un nivel de popularidad imposible de imaginar unos meses antes. “Love Bites” fue una composición acercada por “Mutt” Lange, inicialmente con un aire más country y luego retocada para lograr su perfección final. “Rocket”, el último de los ¡siete! cortes extraídos de “Hysteria”, tiene como particularidad una letra repleta de guiños hacia sus artistas favoritos (David Bowie, Queen, Beatles, etc).

Lo cierto es que muy a pesar de ser tildados de "grasas", los Def Leppard probaron que les sobra pasta para hilvanar melodías, refinar guitarras y, por sobre todas las cosas, componer discos inolvidables e irrepetibles.